El sector financiero ha tenido éxito en presentarse como parte de la economía productiva; sin embargo, durante siglos la banca fue reconocida como parasitaria. La esencia del parasitismo no es solo drenar el alimento del huésped, sino también embotar el cerebro del huésped para que no reconozca que el parásito está allí. Esta es la ilusión que gran parte de Europa y Estados Unidos sufre hoy en día. El Gran Bono de 2008 salvó a los bancos, pero no a la economía, y hundió a las economías de EEUU, Irlanda, Letonia y Grecia en la deflación de la deuda y la austeridad. Este libro describe cómo éste fenómeno impone austeridad en las economías estadounidense y europea, aumentando la riqueza y los ingresos hacia el sector financiero mientras que empobrece a la clase media.