Dirty Dancing nos enseñó que, sí, las mujeres abortan. La princesa prometida nos enseñó que el amor verdadero no es un cuento de hadas. Cazafantasmas nos enseñó que la amistad masculina no tiene por qué ser inmadura. Todo en un día nos enseñó que siempre habrá clases sociales. No sabíamos que las películas que nos cambiaron la vida también nos estaban preparando para las luchas de hoy. Un ensayo revelador.
«Adoro estas películas porque son desternillantes, tiernas e inteligentes, porque son divertidas. Son Buenas, con B mayúscula, y tambie´n esta´n infravaloradas. Estas peli´culas no solo nos hicieron felices, sino que nos ensen~aron mucho ma´s que las peli´culas de hoy en di´a. Si´, La fuerza esta´ en ti, Lone Starr, por citar una de las peli´culas de los ochenta que me gustaba tanto de nin~a que vi la cinta hasta que quedo´ destrozada. Pero les debo a estas peli´culas que la fuerza este´ en mi´. Gracias a ellas, la verdadera fuerza de los ochenta siempre sera´ intensa en nosotros.»