La pandemia nos cambió, pero todavía no sabemos hacia dónde nos dirigimos. He aquí algunas reflexiones para encontrar el camino: crónicas de Lourdes Durán que inspiran evocadoras ilustraciones de Toni Salvà, que las acompañan como partículas que se atraen y complementan. Palabras y trazos sobre un tiempo insólito que nos hirió para siempre, cuando la casa fue a la vez cárcel y universo. Sin embargo, ¿qué hemos aprendido? Lourdes y Toni, voz y mirada, prestan atención a lo cercano, lo minúsculo, lo bello, pero también a lo hostil y al mercantilismo que engulle las ciudades hasta convertirlas en parques temáticos que expulsan aquello que les da sentido: los vecinos, el último horno de leña, los árboles del parque, el bar de toda la vida. Desde el barrio, el balcón y el asfalto, la escritora reúne átomos dispersos y lanza palabras que nos sacuden del adormecimiento colectivo. Y nos invita a soñar y a reivindicar una ciudad donde vivir enlazados como auténticas partículas cuánticas.