Un joven se debate entre la humillación del amor imposible y la atracción febril de la ruleta. Su descenso hacia la dependencia del azar revela, entre pasiones contrariadas y fortunas que cambian de manos, la lógica implacable del juego: la ilusión de control frente a la certeza de la derrota. Escrita en apenas veintiséis días, esta novela es una de las exploraciones más intensas de la psicología humana.