Desde el momento mismo en que se publicó The Big Penis Book, los lectores empezaron a contar los días hasta que apareciese The Big Book of Pussy. Bien, de acuerdo: quizá no los mismos lectores, pero lo cierto es que se había plantado una semilla, y que las cartas y llamadas empezaron a sucederse. Una vez publicado el tan anticipado libro, algunos lectores se mostraron abrumados, además de por la variedad y abundancia, por las dimensiones del libro. En palabras de un crítico, «hay que reconocerle a Amazon el mérito de contar con embalajes tan robustos. No creo que a nadie le hiciese gracia que estos dos quintales de entrepiernas quedasen accidentalmente a la vista del cartero».Hay a quien le parece que los excesos no son buenos; para esas personas hemos concebido una versión reducida de The Big Book of Pussy con lo mejor que puede ofrecer el libro, un liviano volumen que pone en una perspectiva diferente este material tan explícito y provocador. Ahora es posible seguir la evolución de la exposición genital a la cámara con mayor facilidad, a través de 100 años de fotografías con un elemento común: el placer exhibicionista con el que las modelos revelan su pulcritud femenina. Y con más de 150 fotografías de esa criaturita tan adorable y esquiva, sin engorrosos textos que interrumpan el ritmo, y todo en un formato que de ningún modo puede lesionar la espalda del cartero, es muy posible que hayamos creado el autorregalo perfecto para este año.
